jueves, 20 de mayo de 2010

LUCAS describiendo mujeres en capítulo 7

12-15: Cuando ya se acercaba a las puertas del pueblo, vió que sacaban de allí a un muerto, hijo único de madre viuda. La acompañaba un grupo grande de la población. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo:
- No llores
Entonces se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron, y Jesús dijo:
-Joven, ¡te ordeno que te levantes!
El muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.

37-39: Vivía en aquel pueblo una mujer que tenía fama de pecadora. Cuando ella se enteró de que Jesús estaba comiendo en casa de fariseo, se presentó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando se arrojó a los pies de Jesús, de manera que se los bañaba en lagrimas. Luego se los secó con los cabellos; también se los besaba y se los ungía con el perfume.

El fariseo dijo para si...si este hombre fuera profeta, sabría quien es la que lo está tocando...

44-48, 50: Luego se volvió hacia la mujer y le dijo a Simón : ¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies, pero me ha bañado los pies en lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me besaste, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume.
Por esto te digo:
si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.
Entonces le dijo Jesús a ella:
Tus pecados quedan perdonados. Tu fe te ha salvado, vete en paz.





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